La carta para los reyes magos

En la época de Navidad, uno de los momentos más especiales y mágicos para los niños es escribir la carta para los reyes magos, una tarea que les llena de ilusión y que deberíamos participar toda la família juntos, hacerles entender lo que quiere decir la felicidad, que hay mucho más allá de lo material, e intentar que pretendan que todos los niños, todos, tengan la misma suerte que ellos y reciban como mínimo un regalo de los reyes magos que les haga creer un poco más en la magia de estas fiestas.

Escribe tu carta a los reyes magos

Los reyes magos nunca han estado tan cerca de ti. Escribe tu carta a los reyes magos y te responderán en cualquier época del año.

Eso sí, para recibir tus deseos en Navidad, tienes que ser un niño muy bueno con tus seres queridos, tienes que aplicarte muy bien en la escuela y obedecer las ordenes de tus padres. Los reyes te están vigilando durante todo el año y sólo atenderán las cartas de los niños que hayan cumplido sus promesas y hayan demostrado su buen comportamiento.

 

Déjanos tus deseos en la zona de contacto y nos comunicaremos contigo.

 

Un fuerte abrazo de Melchor, Gaspar y Baltasar.

 

 

Modelo de carta de los Reyes Magos

Escribir la carta a los reyes magos es uno de los momentos más mágicos de la Navidad, tanto para los niños como para los padres. Este instante es único. Se comparte con los hijos la ilusión por algo mágico, por el misterio que envuelve a los Reyes Magos y su gran noche del 5 de Enero. Es fantástico ver las caras de los niños cuándo la escriben y se imaginan el despertar del día 6 con todo el comedor repleto de juguetes que habían pedido.

Una verdad sobre los Reyes Magos

 

Cuándo todavía tenía edad infantil, entre los 6 y 10 años, y corrían los años 80, recién estrenada la década, me tomaba los Reyes Magos con muchísima ilusión y seriedad. Para mí, eran de los momentos más importantes y mágicos de las navidades, y aunque cada año los regalos no eran muy abultados, la gran mayoría una pelota de fútbol nueva, ver la cara de mis hermanos, amigos y vecinos en la cabalgata y en la mañana siguiente, era lo mejor. Eran espacios en el tiempo donde no había tristreza, discusiones, peleas, malas caras... Todo era alegría, y para mí eso era la magia de los Reyes Magos, que repartían alegría por doquier y nunca, nunca, fallaban.